Tras más de un año de pandemia y una de las caídas más catastróficas del sector turismo a nivel internacional, está cada vez más claro que el futuro de la industria no será algo que vendrá, sino una realidad que debe construirse desde ya entre gobiernos, instituciones, empresas e inversores.
Innovación y transformación digital ya eran procesos familiares para la industria del turismo, sin embargo, la crisis del covid no sólo interrumpió la actividad y los ingresos del sector, también le obligó a reenfocar la implementación tecnológica hacia la creación de entornos seguros en los medios de transporte, el alojamiento, la hostelería, los servicios al viajero, el acceso a museos y monumentos, las visitas por las ciudades patrimoniales, etc.
Mientras el coronavirus sea parte de nuestra realidad, cualquier ámbito relacionado con el ocio y el turismo debe incorporar la bio-seguridad y las normas higiénico sanitarias a su ADN. Esto incluye una cada vez mayor digitalización de los procesos de búsqueda y compra por parte de los usuarios, lo que obligará aún más a las empresas a ser mucho más competitivas, así como emplear herramientas big data y de marketing digital que le ayuden a hipersegmentar a su público objetivo, así como a crear y mantener una reputación digital atractiva y accesible para los potenciales viajeros.
No es posible pensar en una normalidad post-covid sin una colaboración estrecha entre las organizaciones internacionales, las instituciones locales, las empresas y los inversores. Dado que la características fundamental a la que se enfrenta el viajero es la incertidumbre (por los riesgos de contagio, por la seguridad de los medios de transporte, por la posibilidad de tener que modificar la fecha de regreso…), instaurar una nueva normalidad en el turismo exige un esfuerzo por crear entornos de seguridad que rompan las posibles reticencias frente a esa incertidumbre, facilitando las devoluciones y los cambios de última hora, minimizando el contacto con otras personas, evitando las masificaciones de los lugares de ocio y turismo y facilitando el acceso a recursos sanitarios en los destinos turísticos.