Por Carme Pellicero, General Manager de Quantion
Uno de los principales retos en el mundo IT es aportar valor y calidad en todo lo que hacemos de forma eficiente y eficaz. Para ello, contar con equipos de alto rendimiento es fundamental, ya que su capacidad para trabajar de manera cohesionada y adaptarse a cambios constantes permite alcanzar resultados excepcionales.
Estos equipos se distinguen por varias características clave: comparten objetivos claros y comunes, tienen una comunicación abierta y efectiva, combinan diversas habilidades, asumen responsabilidad compartida y son flexibles y adaptables.
Pero ¿cómo logramos que los equipos no solo trabajen de manera cohesionada y eficiente, sino que también se adapten rápidamente a los cambios, se beneficien de los avances tecnológicos y alcancen resultados excepcionales de forma sostenida?
La respuesta radica en la combinación de varios factores clave que, unidos, dan forma y potencian a estos equipos de alto rendimiento.
Una cultura empresarial sólida y bien definida es fundamental. Esta cultura debe promover valores como la colaboración, la innovación y la mejora continua. Cuando los miembros del equipo comprenden y comparten la visión y los valores de la empresa, están más motivados para trabajar juntos hacia objetivos comunes.
Crear equipos de alto rendimiento no consiste simplemente en identificar y reunir a los mejores talentos en torno a unos objetivos comunes; exige un enfoque estratégico en el desarrollo de equipos y la estabilidad en el equipo para aumentar la cohesión y los resultados.
Un equipo de alto rendimiento se caracteriza por la diversidad de habilidades, una comunicación abierta y efectiva, confianza y respeto mutuo, responsabilidad compartida, adaptabilidad y flexibilidad, y un compromiso con la excelencia. Estos equipos están formados por personas que se complementan y se conocen bien, lo que les permite trabajar juntos de manera cohesionada hacia cada objetivo.
La adopción de metodologías ágiles gracias a sus principios y prácticas favorecen la creación de equipos de alto rendimiento. Estas metodologías, como Scrum, Kanban y SAFe, fomentan la transparencia, priorizan las necesidades del cliente y promueven la mejora continua. En particular, SAFe resulta crucial para coordinar múltiples equipos que trabajan en un mismo producto o portfolio, asegurando la alineación y cohesión en grandes organizaciones.
Mediante reuniones diarias y retrospectivas, los equipos pueden identificar y resolver obstáculos rápidamente. Las entregas frecuentes y el feedback continuo aseguran que el producto final satisfaga las necesidades del cliente, y los ciclos iterativos permiten una constante evaluación y mejora de los procesos y productos.
El uso de la automatización en el desarrollo de software agiliza procesos repetitivos y minimiza errores, permitiendo a los equipos enfocarse en tareas de mayor valor. Áreas clave de automatización incluyen la integración y entrega continua, las pruebas automatizadas y la gestión de infraestructura como código entre otras.
La combinación de una cultura empresarial definida, el equipo adecuado, la adopción de metodologías ágiles y la automatización favorece la construcción de equipos de desarrollo de alto rendimiento, pero ¿cómo podemos aprovechar la irrupción de la IA en nuestros equipos de desarrollo?
Los avances en la IA, especialmente en la generativa, están revolucionando nuestra forma de trabajar, automatizando, optimizando y acelerando el trabajo de cada equipo y por lo tanto sus resultados. Adoptar esta tecnología en nuestro día a día es clave para aumentar la eficiencia de nuestros equipos.
Actualmente, la IA Generativa es un acelerador y facilitador para los flujos de trabajo existentes en términos de construcción, pruebas, calidad o documentación. En nuestros equipos, Copilot de forma integrada o modelos específicos se convierten en facilitadores y casi compañeros de soporte al desarrollo. La IA impacta en todo el ciclo completo de desarrollo y actualmente ya se está utilizando como asistente al diseño, refactorización y deuda técnica, asistente al diseño y automatización de pruebas, búsqueda de vulnerabilidades o incluso como asistente a los procesos de code review integrado en la metodología y en los entornos de cada equipo.
A pesar de la productividad que proporciona, la IA todavía está lejos de ser perfecta y requiere supervisión. Sin embargo, su adopción en equipos de desarrollo es indispensable si queremos aumentar la productividad, calidad y eficiencia.