Miguel Ángel Barrio
Director del Programa Directivo de Innovación Digital y Fintech del IEB
Cada vez estamos más acostumbrados a ver nuevos servicios financieros de la mano de las Fintech, esas empresas que están innovando el sector financiero ayudándose de la tecnología como facilitadora del cambio. La tecnología digital está permitiendo cambiar el modelo tradicional, si los reguladores lo permiten, y abriendo nuevas posibilidades en el sector.
Los medios de pago son, precisamente, uno de los segmentos financieros que se están viendo más impactados por esta disrupción tecnológica que aporta el fenómeno Fintech. Los nuevos servicios creados gracias a la tecnología aportan nuevas formas de realizar los pagos, reducen muchas veces sus costes de transacción, facilitan el alcance y cobertura a nuevos segmentos de población y un nuevo modelo de pagos internacionales entre regiones.
Los pagos a través de medios digitales, como Internet y, cada vez en mayor uso, a través del móvil, están cambiando las reglas del juego del sector de los medios de pago. Tanto Bigtechs como Fintechs han entrado de lleno y actualmente son uno de los segmentos más populares y rentables en el entorno financiero-tecnológico. Y aquí la clave es que, al fin y al cabo, quien origina el proceso de pago, tiene al cliente.
En España se sigue manteniendo en primer lugar el pago en efectivo; ya en segundo lugar y acercándose está el pago con tarjeta, más lejano el pago por transferencia y acelerando de forma notable el pago por móvil y a través de plataformas de pago digital.
Cada vez existen más formas de pago y cada una de ellas permite cumplir un servicio determinado. Esta especialización y diversidad vienen determinadas por la necesidad del cliente a cubrir y, según los analistas, son buenas y positivas en términos de estabilidad financiera.
Bondades en estos nuevos modelos se ven muchas, pero tampoco están exentos de riesgo, ya que, al riesgo de fraude tradicional, se le añade una nueva dimensión tecnológica: la ciberseguridad.
El pago online es ya una realidad, existe una gran variedad de plataformas, que además proliferan vía compañías Fintech con versiones regionales o por países. No obstante, las principales a nivel nacional son las conocidas PayPal, GooglePay, ApplePay, además de todas las versiones de wallets y apps propias de la mayoría de los bancos y entidades financieras.
Incluso, además de transacciones de pago digitales, ha aparecido un nuevo modelo que permite enviar o solicitar dinero a nuestros amigos o familiares a través del móvil, y esto es posible gracias a plataformas online como Bizum, Twyp o Verse. Por lo general el servicio es gratuito y no necesitaremos conocer los datos bancarios del emisor. Y la característica diferencial de este método es que el dinero llega de manera instantánea.
Todos los análisis prevén un auge de los medios de pago online, por el crecimiento e implantación de la tecnología, sobre todo de los teléfonos móviles, pero, principalmente, por el cambio de costumbres de la sociedad y las nuevas opciones que ofrece el mercado.
Dicho auge también está afectando a los pagos por el método tradicional mediante transferencia bancaria, que se ha hecho digital porque podemos ordenarlas directamente desde nuestra aplicación bancaria en Internet, o desde la app móvil de nuestro banco. Una de sus desventajas, es que pueden tardar un día hábil en ser efectivas dentro de territorio europeo, mientras que las internacionales se alargan hasta cinco días hábiles. Pueden tener un coste, aunque hay cuentas sin comisiones que permiten hacerlas gratis. Pero el modelo está cambiando hacia Neobancos y Fintech que permiten hacer transferencias, tanto nacionales como internacionales, de forma más económica y con un plazo mucho más corto.
Precisamente, cuando hablamos de pagos internacionales en los que interviene también el cambio de divisa es donde las Fintech aprovechan los nuevos modelos, saltándose el proceso tradicional de la red de bancos intermediarios. Los bancos tradicionales realizan los pagos por su red de bancos intermediarios con los que tiene acuerdos previos, pasando por la cámara de compensación hasta llegar el pago al banco destino.
Pero un Neobank o una Fintech no utiliza este modelo, se aprovecha de su presencia local con cuentas en los diferentes países para realizar transacciones nacionales, no internacionales. En algunos casos, incluso habilitando la posibilidad de realizar ese pago en origen desde una tarjeta de crédito o débito.
De hecho, muchas Fintech están llegando a hacer crecer el ecosistema de forma que si pagador y cobrador tienen cuenta en la misma Fintech, los fondos se traspasan entre cuentas internas sin comisionar la transacción.
Ya existen muchos ejemplos en el mercado empresarial B2B, que están trabajando con estos modelos, como Flywire, PayXpert, Payoneer o Ebury que facilitan el cobro por diferentes canales, y en diferentes divisas.
En el mercado B2C, un caso interesante y de mucho éxito está siendo Transferwise que, por cierto, fue fundada por los creadores de Skype y tiene a Richard Branson, de Virgin, como principal accionista. Su modelo se basa en la transparencia para reducir el coste de las transferencias internacionales y evitar las comisiones ocultas en los cambios de divisa.
El ejemplo nacional es TransferZero, Fintech que, al igual que Transferwise, facilita las transferencias internacionales desde cualquier dispositivo con acceso a Internet. Utiliza modelos desintermediados, consiguiendo reducir los costes en más de un 80%.
El mercado de las transferencias internacionales, con su obligado cambio de divisa en muchos casos, está siendo sacudido por estos novedosos modelos que las Fintech están explotando. Una vez más, la tecnología está facilitando el cambio y transformación de los modelos tradicionales, consiguiendo, en este caso, que los clientes tengan la posibilidad de enviar dinero de una forma mucho más cómoda, fácil, rápida y barata.
Es probable que veamos como los grandes bancos se suman a esta tendencia y empiezan a aparecer nuevos servicios financieros para transacciones internacionales que no utilizan los modelos tradicionales, sino la inmediatez y la facilidad de los nuevos modelos digitales.