¿Sinónimo de bitcoins? ¿Red oculta de datos? El blockchain no es fácil de entender pero resulta enormemente útil para organizar la inmensa cantidad de datos que producimos los usuarios. Más allá de las criptomonedas, el blockchain es una nueva forma de almacenaje, control y transferencia de datos. Para la mayor parte del público, la palabra blockchain sale y entra de conversaciones sin saber muy bien qué significa. Más que una herramienta, el blockchain representa una forma de entender la información, de tratarla y hacerla visible. Sin duda, el volumen de información que se genera en Internet requiere de orden, estructura y protección. Esto es lo que el blockchain promete en los próximos años. ¿estará a la altura?
¿Qué representa exactamente el blockchain?
Desde el 2009 el término blockchain ganó en presencia en los círculos tecnológicos. Aunque su origen es mucho más antiguo, desde hace apenas dos décadas su desarrollo ha sido imparable. ¿Y a qué se debe su crecimiento? Sencillo: un sistema que no es posible hackear y que es controlado por millones de usuarios.
Cada segundo, millones de datos viajan por Interne. Datos de todo tipo que son alterables, copiables, vendibles y sobre todo, manipulables. El sistema de blockchain viene a ser una arquitectura formada por bloques cifrados que contiene esa información y que permite identificar en todo momento cada bloque gracias a los hash, una especia de código único. Se trata por tanto, de un sistema de autoprotección creado (y vigilado) por los propios usuarios.
Al haber tantos ojos mirando (millones en realidad ) los creadores de estos bloques son conocidos como “mineros”- y gracias al hash generado según el contenido del bloque, cualquier interacción maliciosa es detectable y alerta al resto de usuarios. En realidad, es una certificación de los datos o archivos, un certificado de seguridad que atrae sobremanera también a grandes organizaciones.
¿Cuáles son sus aplicaciones?
Sector sanitario: soluciones frente a la pandemia
El blockchain es mucho más que bitcoins. Es prácticamente aplicable a cualquier tipo de intercambio, incluyendo documentos médicos. La irrupción del COVID ha precipitado que el sector salud recurra a la tecnología para la validación de credenciales sanitarios: cadenas de suministro de medicamentos, rastreo preciso del estado de las partidas de vacuna y su caducidad, visión precisa del stock, uso de códigos criptográficos en lotes para evitar falsificaciones de productos, informes sobre el estado de salud de ciudadanos y empleados para viajar, trabajar o simplemente moverse por la ciudad… y todo ello requiere de una máxima capa de seguridad y control sobre información tan sensible.
Sector bancario y financiero
El control de la actividad de los bancos y de sus clientes puede virar completamente gracias a la implantación de un sistema de blockchain. Cualquier intercambio de datos permite además aplicar “policies” o requisitos indispensables para que una acción se lleve a cabo. Por ejemplo, un contrato inteligente que solo puede aplicarse en caso de que se cumplan ciertos requisitos; la compra de ciertos bienes por una cantidad determinada aplicable tanto a administraciones, empresas públicas y privadas o en la propia economía familiar gracias al control parental en el denominado “dinero inteligente”; el pago con criptomonedas frente al cash en desuso o la optimización de procesos lentos para aprobar presupuestos o aceptar órdenes de compras.
¿En qué beneficia su aplicación al sector bancario? La transparencia y total trazabilidad de la actividad hace que sea imposible falsear la procedencia de los productos y de quien está detrás y además, simplificar la actividad para aquellos ciudadanos que por ejemplo, no tienen tarjetas de crédito. Sin duda el bitcoin sigue en alza y muchos expertos apuntan a su compra por parte de los Estados como reserva de valor frente a la devaluación de las monedas físicas. Esta estrategia económica requiere de las llamadas stablecoins, o monedas estables. Tal es su crecimiento que ya se ha experimentado con la apertura de cajeros de bitcoin.
Grandes empresas de teleco y energía
Muchas de las grandes empresas de telefonía, banca y telecomunicaciones plantean la opción de compartir una enorme base de datos a la que todas puedan acceder para consultar la identidad digital de los clientes. Estas transferencias de valor, no necesitan de intermediarios en su envío por lo que implica un protocolo de consenso o protocolo de “la verdad” por parte de todas las organizaciones.
Aplicaciones en otros sectores: ¿quién más se beneficia?
El sector inmobiliario también se verá beneficiado por al ahorrar tiempo y dinero en intermediarios, transparencia en las operaciones, generar claves inteligentes o aplicar la llamada tokenización de propiedades haciéndolas accesibles a cualquier usuario.
Por su parte, los servicios legales pueden aplicarlo en los contratos inteligentes solo vinculantes y ejecutables si se cumplen con una serie de características. Es igualmente aplicable a una tendencia cada vez más en alza como es el voto en línea (más aún en situaciones como la pandemia) o en redes sociales porque evita la suplantación de identidad garantizando la autoría de la creación de contenidos.
Desde el sector de la alimentación también se están adoptando medidas para detectar productos que pronto cumplirán la fecha de caducidad, en la automatización de pedidos, y en la visibilización de la cadena de suministros.
Otra aplicación que ha cobrado especial importancia son los llamados NFT o tokens no fungibles, activos digitales de los que solo existe uno, es decir, no se pueden duplicar de forma que si se compran, es único. Desde películas, pasando por música, libros u obras de arte que garantizan la autoría. Sea como sea, este nuevo código abierto trae consigo una exigencia: profesionales cualificados y expertos capaces de crear redes o bloques. ¿Podrá el mercado contar con estos perfiles?