La «sopa de letras» a la que se enfrentan las compañías… y la importancia que tiene la función de Recursos Humanos

Por Álvaro García García, Partner Success Manager en Talentia Software

Llevamos tiempo escuchando hablar, ya sea en prensa, webinars o mesas redondas, de algunas siglas (ESG, ODS, EESG, DEI, CSRD, ISR, RC, RSC, RSE, …) que, aun no siendo “familiares” en las compañías, algunas de ellas, incluso, ya están evolucionando. Probablemente, haya sido desde comienzos de este año 2023, cuando algunas de esas “nuevas” siglas han sonado con más fuerza. Si bien es verdad que las tres últimas siglas mencionadas no son nuevas (son formas diferentes de denominar a la Responsabilidad Corporativa), y sí resultan “familiares”, he querido mencionarlas porque, probablemente, en adelante, las compañías dejarán de hablar de Políticas de RC para hablar de Estrategias de Sostenibilidad y ESG. Es importante destacar que, estas estrategias, directa o indirectamente, forman parte de acuerdos establecidos por la Organización de las Naciones Unidas.

El objetivo de este “estudio” es aterrizar la relación que existe entre estas “nuevas” siglas (poniendo foco en ODS, ESG y DEI), relacionando cada una de ellas, y cómo, Recursos Humanos, es una pieza clave en la estrategia de las organizaciones, en todo lo que afecta a este gran “paraguas” bajo el que caben diferentes aspectos.

  • Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS)

Los ODS son una iniciativa global (hoja de ruta integral) establecida por las Naciones Unidas en 2015 como parte de la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible. Están formados por un total de 17 objetivos interconectados y 169 metas específicas que abarcan diversos aspectos del desarrollo sostenible, como la protección del medio ambiente, la promoción de la igualdad de género o el acceso a la educación, con el fin de construir un futuro más sostenible e inclusivo.

  • ESG (Environmental, Social, Governance)

ESG es un enfoque que se utiliza para evaluar el rendimiento y la sostenibilidad de una empresa en tres áreas clave:

  1. Environmental: el factor Ambiental se refiere a cómo una empresa gestiona su impacto (huella de carbono, uso de recursos naturales, manejo de residuos, …) entre otros factores ambientales.
  2. Social: el factor Social se enfoca en cómo una empresa trata a sus empleados, clientes, proveedores y comunidades en las que opera. Incluye aspectos como la diversidad e inclusión, salud y seguridad laboral, prácticas de trabajo justas, y compromiso con el ecosistema local.
  3. Governance: el factor Gobernanza se relaciona con la estructura de liderazgo y gestión de una empresa, así como con su transparencia y responsabilidad en la toma de decisiones. Incluye factores como la calidad de la junta directiva, la ética empresarial, la gestión de riesgos y la rendición de cuentas a los accionistas.

Si bien es verdad que, quizá, sea el término más en auge, ya hay evoluciones en cuanto a su denominación (aunque, la mayoría estas propuestas, provienen “de fuera”).

Se empieza a hablar de que falta una “E” más, pero, lo mejor de todo, es que ésta tiene diferentes alternativas (Employee, Equity and Economic). Mi percepción es que las dos primeras propuestas ya forman parte de los aspectos que van implícitos en el factor Social, a través de diferentes ODS, que relacionaré más adelante. Quizá, la propuesta de la palabra Economic, sea la que más sentido pueda tener, dado que sería la que englobaría aquellos aspectos críticos a la hora de analizar los indicadores financieros (donde, queramos o no, se van a fijar los inversores a la hora de evaluar posibles fusiones, adquisiciones o inversiones en compañías).

Parece razonable que, todas las propuestas, políticas y resultados de los tres factores, afectan directamente al factor económico (buenas políticas de sostenibilidad deberían contribuir a dar buenos resultados económicos).

Por último, y quizá el punto más importante, es que las métricas utilizadas para medir estos factores no son globales, sino que pueden ser diferentes, lo cual quiere decir que la correlación entre dos variables iguales no sea equivalente. Probablemente, vayan surgiendo prácticas que ayuden a estandarizar las métricas que se utilizan para medir el impacto.

  • DEI (Diversity, Equity, Inclusion)

También conocido como DE&I (Diversidad, Equidad e Inlcusión), se refiere al conjunto de políticas organizacionales que buscan promover la participación de todas las personas, más concretamente en aquellas que, históricamente, han estado subrepresentadas o sujetas a discriminación.

  1. Diversity: variedad de características y perspectivas entre los empleados, como género, raza, etnia, edad, orientación sexual, capacidades, antecedentes culturales, entre otros.
  2. Equity: asegurar que todas las personas tengan acceso a las mismas oportunidades y sean tratadas de manera justa y equitativa, reconociendo y abordando las barreras y desigualdades existentes. El objetivo es eliminar los sesgos y prejuicios que puedan afectar, negativamente, a grupos de empleados, garantizando que todos tengan igualdad de posibilidades para crecer y avanzar en su carrera profesional.
  3. Inclusion: crear un ambiente laboral donde todas las personas se sientan valoradas, respetadas y puedan contribuir plenamente a la empresa, sin importar sus diferencias. El objetivo es fomentar un sentido de pertenencia y colaboración, donde las diferencias personales sean apreciadas y aprovechadas como una ventaja para el éxito de la organización.

Las organizaciones utilizan los ODS como marco para desarrollar estrategias ESG, lo que les permite alinear sus esfuerzos con una “guía” global más amplia para el desarrollo sostenible.

Como conclusión, los ODS y el enfoque ESG se centran en la sostenibilidad, la responsabilidad corporativa y el progreso hacia un futuro más inclusivo y equitativo, y es aquí donde entran en juego las políticas de DE&I.

Ahora bien, ¿por qué es sumamente importante y relevante la Función de Recursos Humanos en este “juego”?

Como decía anteriormente, la relación entre los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) y el enfoque ESG en el ámbito de Recursos Humanos es significativa y tiene un alto impacto, tanto en las prácticas internas de las organizaciones, como en su relación con los empleados y el ecosistema empresarial en el que operan (aquí podemos incluir a todos los “miembros” que, mediante sus productos o servicios, ayudan a una compañía a aumentar su propuesta de valor).

Si bien es verdad que, los Objetivos de Desarrollo Sostenible, son extrapolables a diferentes funciones de soporte de las organizaciones (en mi opinión, y a la vista de la percepción que he manifestado anteriormente, Finanzas tiene también un papel importante), y a sus áreas de negocio (dependiendo del sector de la compañía), vamos a centrarnos en aquellos que afectan de forma directa a la Gestión de Recursos Humanos, con el objetivo de que, este análisis, sirva de ayuda a las organizaciones para llevar a cabo políticas claras, con un racional que va ligado a los Factores ESG.

¿Cómo podemos relacionar los ODS con los Factores ESG, en el ámbito de los Recursos Humanos?

  • Políticas de Salud y bienestar de los empleados

El ODS 3 (Salud y bienestar) busca garantizar una vida sana y promover el bienestar para todos. En el ámbito de Recursos Humanos, esto implica que las empresas deben preocuparse y proporcionar programas de bienestar, acceso a atención médica, políticas que promuevan un equilibrio entre el trabajo y la vida personal, así como garantizar condiciones de trabajo seguras y saludables.

  • Políticas de Educación y desarrollo profesional

El ODS 4 (Educación de calidad) tiene como objetivo garantizar una educación inclusiva, equitativa y de calidad para todos. Las empresas que siguen el enfoque ESG deben preocuparse por el desarrollo profesional de sus empleados, facilitando oportunidades profesionales para adquirir nuevas capacidades, entendiendo éstas como toda aquella formación continua que permita obtener nuevos conocimientos, mejorar sus habilidades y, por ende, incrementar su experiencia profesional. Casualmente, esto no solo beneficia a los profesionales individualmente, sino que también contribuye al crecimiento y éxito sostenible de las organizaciones.

  • Políticas de Igualdad de género en el lugar de trabajo

El ODS 5 (Igualdad de género) promueve la igualdad entre hombres y mujeres en todos los ámbitos, incluido el trabajo. Quizá, este sea uno de los objetivos más críticos a nivel global para las organizaciones, atendiendo a las diferentes normativas, sobre todo en materia de igualdad retributiva (directivas europeas y legislaciones a nivel de país) que han ido surgiendo en estos últimos años (por ejemplo, la Directiva Europea del Principio de Igualdad de Retribución entre hombres y mujeres para trabajos de igual valor). Las empresas comprometidas con el enfoque ESG deben definir políticas y adoptar prácticas de igualdad de género, así como promover la diversidad y la inclusión en sus equipos. Esto implica proporcionar igualdad de oportunidades, igualdad salarial entre hombres y mujeres (poniendo en contexto trabajos de igual valor), fomentar la presencia de mujeres en puestos de dirección y garantizar un ambiente laboral inclusivo y respetuoso.

  • Políticas de Impacto en la comunidad y la sociedad

El ODS 1 (Fin de la pobreza) y el ODS 8 (Trabajo decente y crecimiento económico) se relacionan con los factores ESG en cuanto a la responsabilidad de las compañías hacia la sociedad en general. Las organizaciones deben considerar su impacto en las “comunidades” en las que operan y buscar formas de contribuir al desarrollo sostenible en su ámbito operativo. Esto puede implicar iniciativas de responsabilidad social corporativa (las próximas políticas de ESG), programas de voluntariado corporativo y colaboración con organizaciones para abordar los desafíos sociales y económicos en sus entornos.

  • Políticas de Diversidad, Equidad e Inclusión Social

El ODS 10 (Reducción de las desigualdades) busca abordar las disparidades económicas y sociales que existen, por lo que, en este sentido, las políticas de Recursos Humanos desempeñan un papel fundamental en la promoción de la igualdad y la reducción de las desigualdades en el ámbito laboral y en la sociedad en general. Aunque algunas de estas políticas pueden estar recogidas en otros ODS (por ejemplo, en los ODS 4 y 5, mencionados anteriormente), hay cabida para aspectos como la trasparencia en los procesos de selección y en las promociones y ascensos, estableciendo procesos claros y basados en méritos, evitando, así, los famosos “favoritismos”, asegurando que todas las personas tienen oportunidades en su crecimiento profesional. Otras políticas como las opciones de horarios flexibles y teletrabajo, la promoción de grupos vulnerables, acceso a beneficios, y el fomento de la participación de las personas trabajadoras, en la toma de decisiones (en su ámbito de responsabilidad), servirían para contribuir a la reducción de desigualdades.

Todo este análisis, estaría vinculado, en su totalidad, con el factor Social del ESG, en lo que se refiere a una Gestión de los Recursos Humanos responsable y alineada con el marco definido por las Naciones Unidas, y que, de diferentes formas, incluso por otros organismos, como la OIT, se desarrollan hasta acabar en directivas globales, europeas (por ejemplo, la Directiva de Reporte de Sostenibilidad Corporativa “CSRD”, o la mencionada anteriormente, en relación con el ODS 5) o nacionales (para cualquiera de los estados miembros; en España, por ejemplo, contamos con diferentes RD Ley, que desgranan estas directivas).

Asimismo, el enfoque de Gobernanza del ESG, que se refiere a la gestión responsable y ética de la empresa, pasa por definir políticas y adoptar prácticas justas y transparentes, promover las relaciones laborales basadas en el respeto y la equidad, y garantizar el cumplimiento de los derechos y las leyes.

Y, precisamente, es este factor, el de Gobernanza, el que debe asegurar que una organización opera de manera ética, transparente y responsable, y que toma decisiones que tengan en cuenta los intereses de todas las partes involucradas (accionistas, empleados, clientes, y cualquier ente que forme parte del ecosistema empresarial de una organización). Una estructura de gobierno clara y eficiente implica definir roles y responsabilidades de manera adecuada, tener una junta directiva efectiva y asegurarse de que haya una supervisión adecuada de la alta dirección (obviamente, se asume que es ésta quien debe impulsar todas las políticas en su ámbito de gestión).

El enfoque ESG ha alcanzado un alto nivel de importancia en el mundo de las inversiones y las finanzas; estos tres factores están directamente relacionados con lo que se denomina Inversión Socialmente Responsable (ISR), que busca combinar los objetivos financieros junto con criterios éticos, sociales y ambientales. Los inversores y accionistas están prestando más atención a las prácticas sostenibles y socialmente responsables de las empresas en las que invierten, sin olvidar, obviamente, la importancia de la rentabilidad de las compañías; aquellas que demuestran un fuerte compromiso con los ODS y la diversidad, equidad e inclusión, alineados a los Factores ESG, pueden atraer inversores conscientes y respaldar su reputación y valoración en el mercado.

Al abordar, junto con las áreas de negocio (core business) y el resto de las funciones de soporte (Finanzas, como mencionaba anteriormente, tiene también un papel fundamental), las dimensiones ambientales, sociales y de gobernanza de manera integrada, las empresas pueden contribuir a un desarrollo sostenible y equitativo mientras generan valor para sus empleados, clientes, accionistas y comunidades en general (ese ecosistema que forman las organizaciones).

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