¿Será permanente? ¿Volverá la estabilidad? ¿Es seguro invertir en bienes raíces? El impacto de la pandemia sobre el sector de real estate es difícil de cuantificar. Mientras que en algunos países la vida social recupera poco a poco la normalidad, en otros países, las restricciones de movilidad se endurecen. Menor tráfico aéreo, inversiones más conservadoras, nuevas formas de trabajar, el auge del e-commerce o la incertidumbre sobre el futuro de las oficinas, son solo algunos factores a tener en cuenta. ¿Qué puede esperar el sector en los próximos años?
La transformación digital tiene un papel determinante.
Otra forma de vivir
Más allá del impacto económico, la presencia del covid en la vida diaria ha dejado tras de sí otras formas de vivir, nuevos hábitos de consumo y una reflexión sobre el espacio que se habita y en el que se trabaja. El ejemplo más claro es el teletrabajo – en todas sus formas híbridas, totales o nuevos perfiles nómadas- que condiciona radicalmente la elección de una casa, ya sea en alquiler o de compra. La posibilidad de nuevos periodos de confinamiento o de cuarentena ha obligado a repensar las necesidades de los ciudadanos (casas con terrazas, jardines, una habitación extra, plaza o no de garaje…)
¿Es esta la crisis de las macro-ciudades? La mayor parte de las grandes capitales están saturadas, sobrepobladas y los costes de vida ya eran altos previos a la pandemia. ¿Puede esperarse un éxodo de las ciudades a espacios más rurales y más asequibles?
El futuro de las oficinas (de nuevo) se pone en cuestión
El teletrabajo o los periodos de cuarentena, plantean una pregunta sobre el espacio que los inquilinos escogen para vivir y trabajar. ¿Cuál será el futuro de las oficinas convencionales? La deslocalización de la plantilla trae consigo el uso de otro tipo de espacios y favorece, tal y como plantea el estudio de Tendencias del Mercado Inmobiliario en Europa 2021 de PWC, un aumento de equipos más diversos, inclusivos e internacionales.
Cada vez más veremos espacios colaborativos, coworkings, puestos rotativos… frente a las oficinas clásicas. Las opciones son amplias pero por el momento, no parece que los inversores apuesten por este tipo de inmuebles.
Nuevos focos de inversión
Con una economía pausada y ralentizada, los focos de inversión han puesto su lupa en nuevos territorios más seguros y sólidos. Tal y como apunta el estudio de PWC, el país que más interés genera es Alemania, siendo Berlin la ciudad más interesante, seguida de Londres y París, mientras Madrid y Barcelona están en quinta y octava posición respectivamente. Factores como la conectividad, el transporte, la sostenibilidad o la presencia de empresas multinacionales marcan el ritmo de inversión.
Los expertos apuntan a que, a pesar de esta crisis sanitaria, existe gran liquidez dispuesta a invertir de nuevo. En este sentido, la toma de decisiones se ha vuelto más conservadora mirando hacia países asiáticos que parecen más recuperados. La localización de los inmuebles y su diseño -tanto arquitectónico como energético- serán factores esenciales para dar el paso.
El Brexit
A pesar de que la pandemia haya copado la actualidad mediática y social, el efecto Brexit sigue presente. La nueva política exterior de Reino Unido ha puesto trabas a la presencia de empresas europeas en la región así como las nuevas exigencias para obtener la residencia. Esta situación proteccionista disminuye las posibilidades de inversión de capital extranjero –a excepción del sector financiero, campo en el que la city sigue marcando el ritmo – sumado a datos tan interesantes como que Reino Unido es el país del continente con más metros cuadrados de suelo dedicado al retail, un sector permanentemente en riesgo.
Protección medioambiental
El sector del real estate no puede ser ajeno a las nuevas exigencias sociales, económicas y legislativas. Un ejemplo claro es la protección medioambiental o cuestiones energéticas. Las prioridades de los países desarrollados es la construcción de inmuebles eficientes energéticamente y respetuosos con el medio ambiente. Las ciudades intentan transformarse con transportes más limpios, menor presencia de vehículos privados o la incorporación de tecnología como el big data en el día a día.
El cambio climático – un tema nada nuevo por otra parte pero que la pandemia ha acelerado notablemente- y la reducción de viajes por la pandemia, están cambiado la manera de elegir viviendas, especialmente en las generaciones más jóvenes. El debate sobre el uso y necesidades del espacio con el que contamos es necesario.
Tecnología: nuevas tendencias
¿Qué novedades presenta el real estate? ¿Se está aplicando correctamente la transformación digital? Algunas de las tendencias más claras pasan por la implementación del smart data para obtener datos de calidad, por ejemplo, con peticiones tan sencillas como el código postal. Este tipo de datos “pequeños” permite crear modelos predictivos, algoritmos y valoraciones propias de áreas de interés y posibles inversiones. ¿El valor añadido? Hacerse cargo de por ejemplo, ventas de inmuebles con tasaciones mucho más rápidas y negociaciones sencillas para los propietarios.
No se queda atrás el Business Intelligence, especialmente aplicado en las apps. Este tipo de tecnologías son especialmente útiles a la hora de extraer comportamientos individuales y muy personalizados. Existen, al mismo tiempo, nuevos servicios como los portfolios inmobiliarios para que los clientes tengan acceso a sus datos y a insights de valor.
Más interesante resulta el uso de la realidad aumentada en un mundo que ha obligado a la adaptación digital: mostrar inmuebles en remoto no resulta extraño.
Tokenización de inmuebles
Es sin duda una de las tendencias más punteras del sector. La tokenización de inmuebles será una nueva opción para muchos ciudadanos que no pueden asumir la compra directa de una vivienda. Con una inversión asequible, obtienen participaciones o tokens –una representación digital del bien- con menos riesgos.
Las ventajas suelen ser más operativas: desde la búsqueda del inmueble, notarios, papeleo, o inquilinos. La tokenización permite invertir desde cualquier lugar del mundo, eso sí, habrá que poner especial atención a la tributación del capital en casa país y la plusvalía que corresponda a la inversión. ¿Cuál es el siguiente paso? Los marketplaces tokenizados.