2021 ha sido el año en el que las empresas se han dado cuenta de la necesidad de proteger y de asegurar sus datos tras la transformación digital acelerada en la que muchas de ellas se vieron inmersas los meses anteriores. También han sido conscientes de que hay una brecha de integridad del negocio, es decir, una brecha entre dónde están hoy sus datos y dónde deberían estar para dar los servicios y las funcionalidades que requiere el negocio digital. ¿Qué deparará 2022 en este aspecto?
Inversiones tecnológicas más inteligentes: Uno de los mayores retos en este momento es que los presupuestos no son tan abundantes como antes, por lo que en 2022, los líderes empresariales y los de TI deberán ponerse de acuerdo sobre cuáles son sus prioridades. Por tanto, buscarán hacer inversiones tecnológicas más inteligentes. Las empresas buscarán cada vez más soluciones como servicio, pagando sólo por lo que necesitan y utilizan. También veremos más cargas de trabajo dirigiéndose hacia la nube pública para acelerar los proyectos de TI.
Simulacros de alarma para verificar la integridad de los datos: En 2022, los directivos empezarán a exigir a sus equipos de TI que realicen periódicamente «simulacros de alarma» para poner a prueba la solidez, la resistencia y la rapidez de sus procesos y soluciones de ciberdefensa y recuperación ante desastres. Aunque los simulacros de ataques de ransomware y otras amenazas en tiempo real requieren una inversión de tiempo y dinero, estos simulacros pueden confirmar si las defensas contra ciberataques de una organización son sólidas, o descubrir puntos débiles que los ciberdelincuentes podrían explotar. Estos simulacros también pueden verificar que, si se produce el peor de los casos y los datos han sido bloqueados, alterados o destruidos por un ataque, pueden recuperarse rápidamente a partir de una copia de seguridad segura, convirtiendo lo que podría haber sido un desastre de datos en un simple incidente.
Más datos y más proveedores de hyperscale: Con el crecimiento de los datos a una tasa anual del 23%, muchas organizaciones han adoptado diferentes tecnologías, como la nube y las ofertas as-a-service, para gestionar estos volúmenes de datos. Al mismo tiempo, muchas han recurrido a los proveedores de hyperscale, como AWS y Google, que disponen de enormes capacidades a la espera de ser consumidas. A medida que nos adentramos en 2022, será prioritario para las empresas saber dónde están sus datos, cómo se utilizan, que están protegidos adecuadamente y cómo recuperarlos de forma rápida. No todas las nubes cuentan con las mismas soluciones de protección de datos: es esencial que cada carga de trabajo se almacene en la nube correcta con la protección adecuada. Marcar todas estas casillas no solo significará que los datos están protegidos contra cualquier amenaza que pueda intentar penetrar en los sistemas, sino que permitirá a las organizaciones extraer valor de sus datos.
Protección de aplicaciones SaaS y datos en la nube: Aunque las organizaciones llevan años utilizando soluciones de protección de datos para hacer backups locales, no ocurre lo mismo con los datos SaaS y de aplicaciones cloud. Sin embargo, a medida que cada vez más organizaciones trasladan a la nube un porcentaje mayor y más importante de datos, la criticidad de los mismos ha aumentado exponencialmente, por lo que será vital proteger y ser capaces de restaurar rápidamente los datos en la nube después de un ciberataque, una mala configuración u otro desastre.
Aumento de los ataques dirigidos: El malware dirigido a instituciones financieras o sanitarias aprovechando la investigación sobre la COVID-19, muestra que los ataques son cada vez más calculados y enfocados, y así seguirá siendo durante el próximo año. Además, ningún sector será inmune: los ciberdelincuentes se dirigirán a cualquier organización que pueda pagar un rescate. Por otro lado, la adopción masiva del teletrabajo ha aumentado drásticamente el panorama de las amenazas. Por ello, no es de extrañar que en 2022 la ciberdelincuencia, y en concreto el ransomware, siga siendo un reto importante para las organizaciones. Proteger sus entornos informáticos, cada vez más numerosos, será una prioridad fundamental.
Auge de IA y ML: precisamente para evitar ser víctimas de este tipo de ataques, todas las organizaciones, independientemente de su sector, deberán buscar nuevas tecnologías que simplifiquen y refuercen sus servicios de protección de datos. En los próximos 12-24 meses, esperamos ver mejoras en torno a la Inteligencia Artificial (IA) y el Aprendizaje Automático (ML), que pueden ser una gran ventaja para estas tareas. La expansión hacia una inteligencia más aumentada también será enormemente beneficiosa -y, por tanto, podemos esperar que se adopte ampliamente-, ya que puede ofrecer una visión en profundidad de los datos de las organizaciones a una velocidad más rápida que la experimentada hasta ahora. Esto impulsará mayores ventajas competitivas, así como la seguridad y la protección de los datos contra el creciente panorama de amenazas.