por Rolf Bax, Content Specialist de CVapp.es
Desde que la sociedad comenzó a transformarse digitalmente vivimos en un momento de cambio constante a nivel laboral. La utilización de la tecnología, el teletrabajo y otras cuestiones han hecho que muchos se replanteen su forma de trabajar. Al mismo tiempo, cada vez se nos exigen más capacidades digitales para casi cualquier tipo de empleo. En la intersección de estas dos tendencias surge un nuevo concepto: el nómada digital. Uno que está cobrando cada vez más importancia después de los cambios en el panorama laboral a los que nos ha llevado la pandemia, pero que no está originado por ésta, sino que viene ya de algún tiempo atrás.
¿Eres nómada? Sí, si utilizas la conexión a internet para hacer tu trabajo de forma activa y ocuparte de tus negocios. Sí, si trabajas a distancia y sin necesidad de muchos contactos presenciales. Sí, si vives en una ciudad distinta de la de tu empresa. Sí, si a tus compañeros o clientes los ves desde la pantalla y entregas tus trabajos desde tu ordenador. Y sí si, en definitiva,eres alguien que se mueve por diferentes lugares llevando su empleo y prestigio consigo, porque ya no importa tanto quién o cómo eres, y mucho qué puedes aportar a tu empleador y tus resultados.
Este modelo no sólo permite el ansiado deseo de vivir en el campo o en la playa, tener un horario flexible o mudarnos constantemente sin la obligación de sentarnos cada día en una oficina de nueve a seis, sino que además puede ofrecer la posibilidad de un mercado laboral mucho más amplio que nuestra ciudad o incluso que nuestro país. Como decimos, un nómada digital puede vivir donde quiera, aprovechar sus movimientos para estar donde más le convenga a nivel laboral o fiscal, compaginar distintos trabajos (similares o tan distintos como ser artista gráfico y traductor, o camarero en un chiringuito de playa durante el día y programador de élite por la noche) y disponer de tiempo libre y familiar a su gusto. Para muchos, en fin, este modelo es el único que permite el estilo de vida que siempre han ansiado tener.
El nomadismo ha sido una costumbre del ser humano que se ha relacionado siempre con algunas actividades del sector primario sobre todo. Sin embargo, ahora pueden disfrutarlo también, como ya apuntábamos, otros perfiles profesionales como creadores, programadores, financieros, ¡administrativos!…
Tal vez a muchos esta forma de trabajar nos pueda resultar extraña (imaginemos el cambio desde los tiempos de nuestros padres, en los que empezabas a trabajar en una empresa con apenas veinte años y te acababas jubilando en la misma). Sin embargo, en las nuevas generaciones de personas nacidas alrededor de la irrupción de las tecnologías digitales, con una extensa formación (universitaria y autodidacta) y probablemente multidisciplinar, y con una mentalidad propia muy sólida sobre qué quieren y qué no, es cada vez más común.
Algunos de estos jóvenes incluso han probado durante algunos años el modelo de trabajo estándar o han emprendido o formado parte de negocios en un entorno físico, de los que han podido salir desencantados. A ello se suman las últimas crisis económicas -y la pandemia como colofón- que han expulsado a bastantes personas del mercado laboral habitual o les han obligado a buscar soluciones de teletrabajo. Ante esta situación, muchas de estas personas han transitado el camino hacia una vida digital, nómada y libre. ¡Y una vez que han probado sus ventajas, pocos han vuelto al modelo tradicional!.
Es así, como hoy día podemos encontrar nómadas de todas las edades y condiciones. Porque, en realidad, no hay un perfil demográfico ideal para ser nómada digital, ya que lo que más cuenta son las ganas y la planificación. Muchos de los trabajos que ya existían en la llamada economía real se pueden realizar a distancia. Para los demás, adquirir los conocimientos y habilidades digitales necesarias es muy sencillo. Mediante cursos y formación (también a distancia), podremos convertirnos en consultores de medios online, analistas, diseñadores web, copywriters, traffickers, etc.
Si lo tuyo es la vocación empresarial, la vida del nómada digital también puede ser ideal. El medio online es un océano enorme donde podrás poner a trabajar tus ideas y conseguir ingresos pasivos. Notarás que tu proyecto, al ser online, tiene muchos menos costes fijos que un negocio convencional, y que podemos encontrar como colaboradores al mejor talento disponible ya que, como nosotros mismos, no será necesario que estén físicamente en el mismo lugar. Y si, por el contrario, preferimos trabajar por cuenta ajena, podemos elegir establecernos como freelancers o hacer un equipo con otros nómadas como nosotros y realizar proyectos colaborativos. Como queramos, cuando queramos y, sobre todo, donde queramos.
Olvidémonos de las estadísticas y pongamos nuestro empleo a trabajar por nuestra felicidad.
